Para perderse



Rápido que no llegamos,
espera espera que esto está mal,
no mejor lo decimos de otra forma que así queda pedante,
¿pedante? ¿es que no tenía que serlo?
Bueno nada, pues lo cambiamos y listo.
Aunque esto lo cambia todo,
habrá que rehacer todos los textos,
y con esta gráfica ya no tiene el más mínimo sentido,
si no tenía que ser pedante, que lo hubieran dicho antes.
(...)
Sopla, anda, a ver si desaparecemos.

Lastres

En programación web es muy habitual etiquetar las distintas páginas para recojer datos de visitas de los usuarios, como una forma de contabilizar resultados en base a los datos recogidos.
Y esto viene al cuento porque hace algunos días que le doy vueltas a un pensamiento acerca de la dificultad de dejar atrás aquello que no nos supone beneficio alguno.
Sin parecer dramática, que ya sé que es un valor que se me supone, quisiera que una de estas etiquetas recogiera algunos datos de mi vida, para tener justificación quantitativa a las miles de veces que digo que no volveré "a lo que sea". Y es que algunos somos aún incapaces de dejar algunos lastres atrás, olvidarnos de aquello que no nos da más que disgustos.
En el fondo, no creo que sea por pena, es más bien por sentirnos de los pocos mejores.

En fin, la cosa queda así:
-- >Principio de la etiqueta Spotlight de DoubleClick: No eliminar-->
-- >El nombre de la actividad para esta etiqueta es: Beneficios que aporta -->
-- >URL del sitio Web donde debe colocarse la etiqueta: http://www.mivida.es -->
-- >Esta etiqueta debe colocarse dentro de la etiqueta , lo más cerca posible del comienzo.-->
>!-- Fecha de creación:260207 -->
var axel = Math.random()+"";
var a = axel * 1000333300000;
document.write('');
>/scrept>
>noscrept>
>img src="http://ad.es.vidas.net/activity;src=78567880;type=xdriv330;cat=;ord=1?" width="1" height="1" border="0" />
>/noscrept>
>!-- Fin de la etiqueta Spotlight de DoubleClick: No eliminar-->

Una maravillosa noticia


Una vez alguien dijo: El amor se transforma en una formula vacía que los propios amantes tienen que llenar, sabiendo que el guión de su película está compuesto de extractos de amor, de publicidad comercial, de vídeos pornográficos, de literatura de favoritas y de psicoanálisis.
La buena noticia, más que un secreto, es que aún se quieren.
http://postsecret.blogspot.com/

Cultura del más allá


Mi televisión se ha resintonizado. No sé si se escribe así pero, lo que quiero decir es que antes tenía unos canales que se han perdido y han aparecido otros en su lugar. Y en espera que algún chico se pase por mi casa y devuelva la armonía a mi televisión, he descubierto un canal del tarot y un par más dedicados a Jesucristo.

La maga del tarot en cuestión se llama Mari Rosi y la mujer es la bomba. Es como la máquina de la verdad en directo. Que le caes bien: pues bien, que no: seguro que te mueres o lo que sea, pero de que te acaba yendo fatal no hay duda.

La mujer ha nacido para la televisión. A sus 60 años se maneja mejor que Mar Saura entre llamadas, mensajes y preguntas del más allá. Y ya no hay vuelta atrás, cada noche la veo un ratito.

Y los canales de Jesús. Con estos aún no he acabado de encajar muy bien. Me sublevan, son un timo. Una secta de lo más televisiva. Mujeres con looks ochentenos cuentan como su marido cayó en el camino de la heroína (la heroína se convirtió en su mejor amiga según palabras de la mujer de ayer). Pues a lo mejor al hombre lo que le faltaba era un poco de sexo señora. Algo de acción sin faja.

En fin, no sé muy bien si en las casas de los políticos entre tanto Vía Digital se pillan estos canales del más allá. Si tuvieran ocasión de verlos un ratito, se darían cuenta de lo muy necesitados de amor que estamos los ciudadanos y, en vez de estatuts de Cataluña para la mejora de la cultura, ofrecerían boletos de descuento para psicólogos y asistentes sociales.

En mi burbuja y con mi nave espacial


Mi escalera, con su rutina de sonidos matutinos y dulces despertares, esta mañana me ha hecho pensar en las consecuencias que ha traído la nueva generación de móviles politonos, porque uno puede descubrir la personalidad verdadera de sus amigos oyendo el timbre que los despierta por las mañanas.

Algunos ejemplos: a mi vecino del piso de abajo lo despierta un sonido parecido a una flauta, muy raro. Es hippie. A mi vecino de enfrente lo despierta su novia con unas palabras de amor al oído que solemos oír toda la escalera al completo, están enamorados. Los del primero segunda no se despiertan por las mañanas, son erasmus. Lo que sí suelen hacer es mantenernos despiertos hasta muy tarde por la noche. Y a mi chico lo despierta un tono tipo Xquè Calella de Palafrugell volumen 7 para rememorar sus tiempos de delincuente juvenil.

Entonces he pensado que no voy a ser menos, yo también quiero un tono. Así que he buscado en mi móvil un politono tipo nave espacial, como si unos extraterrestres vinieran a buscarme para pasear por el espacio con una nave muy chula. Y oye, ha funcionado. Cada vez que lo oigo me doy la vuelta para darme un garbeo dentro de una burbuja estupenda.

Esto también me está dando que pensar, porque quizá el tono sea un indicador clarísimo que me equivoqué de profesión y en realidad debería haber estudiado astronomía, o ingeniera aerodinámica, o bueno, quizá indique que lo que en realidad necesito es coger el paro y dedicarme a soñar por las mañanas. Quién sabe. En fin, creo que voy a dejar de pensar antes del primer café.

El eneagrama de las pasiones


El viernes en la Contra del periódico la Vanguardia entrevistó a Lluís Serra que acaba de publicar un estudio sobre el “Eneagrama de las pasiones”, una clasificación de la personalidad humana en nueve tipos, en función de una pasión dominante (o ´pecado capital´, según la tradición cristiana).

Uno puede ser del tipo miedoso, del tipo envidioso u de los otros 5 tipos, todos ellos negativos y a cada cuál peor. Una retahíla de personalidades estrechamente ligadas con el sentimiento de culpa cristiano.

Vaya, que a mi no me dieron ganas ningunas de afiliarme a ninguno de los tipos, aunque esto no signifique que no me sintiera aludida por ninguno.

Pero lo malo no acaba aquí, afirmaba Lluís Serra que las personas no somos únicamente de un tipo sino una combinación de un par o tres tipos.

Y si cada uno conociese bien a qué grupo pertenece podría dominarse mejor y ser más feliz. Pero entonces, ¿debemos conocernos mejor para poder dominarnos?
Y, ¿si perteneces a un tipo, ya no puedes cambiarte?

Con la emergencia del marketing emocional, recientemente, una agencia de planificación estratégica empresarial, publicó un diccionario de emociones demostrando que solo un 25% de las emociones son positivas. De esta forma, uno está excusado en un 75% de las veces por ser maleducado, sentirse triste, solo, avergonzado, ser avaricioso, agresivo y así hasta un sinfín de 3.000 referencias ordenadas por orden alfabético.

Y así, la televisión nos sigue mostrando una élite de plastilina a la que aspirar, al igual que hacía la iglesia cristiana con los personajes bíblicos. Porque en las distintas formas de coacción sigue habitando el mismo fondo, los tipos no han cambiado. Nuestros hijos desarrollarán nuevas formas para ser infelices, se sentirán culpables por otras cosas y, dependiendo de los tiempos que les toque de vivir, quizá tener miedo no sea una opción.

Expectante


Porque todos nos hemos sentido algunas veces fuera del mundo, como si la cosa no fuera con nosotros, he empezado "fuera de la pecera", sin el más sentido que el de saborear estos momentos en blanco, estos suspiros de aire comprimido que necesitamos soltar una vez sí, otra también.