Ese japo, ese japo

De su vida ellas eran sobradamente lo mejor pensaba mientras andaba hacia casa.
Maldito viento. Vestía su abrigo largo, bufanda larga y los oídos tapados con algodones. La calle estaba desierta. Solo se oía el viento que movía las bolsas de basura y papeles sucios de una ciudad solo limpia en los opis y panfletos.
Y así, pensaba que muchas veces demostrábamos demasiado amor a quién no lo merecía, y en cambio amábamos en silencio tantas cosas. Pero al fin y al cabo, todo se resumía dónde uno podía respirar tranquilo, sonreírse de las más solemnes tonterías y acariciar los momentos con palillos.

Ese Japo, ese japo. sms de la peligrosora. 9 de julio del 2006. 17.41.


1 comentario:

Anónimo dijo...

chNo se puede estar más acertada con tu frase de que a veces demostramos demasiado amor a personas que no lo merecen.. y amamos en silencio muchas cosas.. y sobretodo a muchas personas, a las que no somos capaces de decir "te quiero" pero tal vez sean las que más lo merecen. Me enseñaron en la facultad que todo lo que no se sabe decir, es como si no existiera.. pero existe, ya lo creo que existe.