Peter Pan

Peter Pan está dormido a mi lado. Hoy ha madrugado y ayer se acostó muy tarde.
Tiene ya algunas canas pero aún viste camisetas superpuestas y bambas fosforitas. A veces, cuando habla, pausado y lento, parece mayor. Per enseguida se despista tras una pelota o una piruleta de colores. Porque a él, le gustan los caramelos de palo de sabor intenso, de los que duran poco en la mano.
Los demás niños lo miran embobados, buscando respuestas, esperando saber si ya les toca jugar también. Se acercan, impacientes, pues saben que a él los juguetes le duran poco. Nada y menos que más.
Y cuando ya no le sirven, los abandona en un rincón, casi nuevos, relucientes, a medio estrenar...


Peter Pan ha despertado. Voy a dejar de escribir, no sea que se de cuenta que escribo sobre él y me despida.

2 comentarios:

Canibal dijo...

lo más difícil es trabajar con niños y perros. en ambos casos, sentido literal y figurado.

Anónimo dijo...

Precioso post.
Quién fuera niño para siempre...