Una transformación rapidita e indolora.

Desde que escucho jazz me he vuelto culta y paciente.

He empezado con uno para principiantes no vaya a ser que me transforme tanto que mis amigos no me quieran en el grupo. Ahora ya tenemos a dos listos y con ellos vamos sobrados de intelecto.

Gracias al jazz, entre mail y mail, levito y sonrío al mismo tiempo que contesto con amabilidad los improperios de mi amo el señor de la marca reina. Om y música.

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