¿Y para mí que significas?




Pues para mí tú eres un minuto más, mi melocotón, un día rápido, un vamos tarde, una pesadilla menos, una toalla mojada en el sofá, un muñeco ilógico; Y él es un seguro de vida, una autopista de tres carriles, una motorhome con dirección y abs, mi número para toda la vida; Y la otra es un hula-hop descontrolado, una avioneta sin pista de aterrizaje, un batido de frutas exóticas con sal; un test sin respuestas; Y ellas son mi sofá, mi manta, mis palabras cuando no las tengo, mis días mejores, mis épocas para siempre, mis muñecas favoritas; Y los que me dejo son los que están siempre ahí, a ratitos, por épocas, los que se cuentan por cafés y horchatas. Pero lo que pasa, es que nos pasan los días de forma urgente pero sin importancia, y las prisas sustituyen los batidos, los muñecos y las épocas, y así, aunque suene ridículo, uno acaba explicándose sobre sus tareas y no sobre sus ratitos.

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