El gato

El vecino del quinto se ha comprado un gato que maúlla canciones de amor.
Cuando lo oímos por primera vez, salimos todos los vecinos a la escalera a oir sus suaves maullidos entonando Ese hombre de Rocío Jurado o Toxicosmos de Los Planetas, sus canciones favoritas. El gato está encantado de mostrar su don al mundo y lo que más le gusta es el cante en público. ¡Es un gato buenísimo en los cánticos del amor!
Pero con la virtud del animal salieron todos los aprovechados de la escalera. Por las tardes, la china del primero, le enseña poemas de su país para que el gato nos de una noche temática; la portera del edificio le pone la COPE, a ratitos y a escondidas del vecino, para que el gato se instruya en la escuela del perdón y la remediación; al niño del segundo, al que le han comprado una flauta, ensaya con el pobre gato el Frêre Jaques; etc.
Y lo que va a pasar es que el gato se va a volver gilipollas, antes que afónico, y nos vamos a quedar sin gato. Y va a ser una pena.