¿Sabes?

Se acabó el verano. Hoy ya no he podido ver la luna. Y hace tres días que mis pensamientos no encuentran el hilo. Mi alrededor parece sacado de una peli de serie B. El teclado no avanza a causa de los pizcos de galletas. Tengo una sábana colgada. Dos mojadas por colgar. El cuello en forma caña de pescar. Esa horrible sensación que me persigue por no entender nada. Y por suerte la tranquilidad de no querer entender.
Hay que volver a las noches con luna, con cuento o sin él. A los días sin puntos ni copias. A los pensamientos bonitos. Los días perros. Las caipis cargadas. Las horas por perder. Hay que hacer por irse.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Leido bajo la influéncia de un blues. Ouyea!!!