Relaciones incomprensibles
Vas cuando ya vuelve. Tópico pero tremendamente cierto.
Te mueres por un halago o un segundo de silencio mientras él anda por allí abarcando espacios y diciendo cosas que tu no consigues hilar.
Cuando se va, un torpedo ha pasado por tu cabeza y, no sabes cómo, pero tus estructuras vuelven a fallar. Como cuando eras niño y no alcanzaste nunca a comprender.
Me doy la vuelta y saco el perro a la calle.
Hace aire. Me encanta cuando en verano hace aire y voy en manga corta.
Sé que ahora todo volverá a su sitio y podré volver a empezar. Porque aunque de fondo siga oyendo voces, sé que yo soy más importante que todo esto.
Buenas noches.
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