¿Esto qué concepto tenía?

Todo es mentira. Y sobretodo el concepto.
Porque, ¿qué concepto puede tener si es mentira?

Son invenciones. Como cuando eramos pequeños y hacíamos figuritas de barro y le decíamos a nuestras mamás que eran ceniceros.
O como cuando imaginábamos que los pitufos de la cómoda tenían vida y cuando ibamos al cole no se morían de asco y polvo.

Y no digo que no sea guai esto de buscar eternamente el concepto. Pero estamos perdiendo una premisa esencial para que siga siendo divertido: El concepto no soporta feedback.

Si lo cuestionas, lo matas. ¿A que tú mamá jamás te dijo que eso no era un cenicero? No.
Ella te decía: ¿Y esto tan bonito que has hecho es...? Y esperaba. Tan simple como perfecto.

El porqué los clientes no hacen lo mismo para mí es un misterio. Un misterio del que no necesito feedback.

2 comentarios:

Pequeño Yogui dijo...

Aún sabiendo que no necesitas feedfack... inteligente y precioso post

Canibal dijo...

:)
:)

A voltes et trobo a faltar.