Costumbres y pautas

Te echaba de menos, en cuanto te girabas.
El amor es retorcido con sus pautas, siempre las mismas, para que nadie se confunda y achaque los síntomas a la costumbre.
Eran esos días en los que un minuto contigo valían más que diez con nadie. Cuando cualquier ruido alrededor se convertía en un zumbido casi imperceptible. El resto mirarían expectantes, como verdaderos espectadores ante un final. Y esa noche, los sueños serían diferentes.

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