Mejor dormir. O lo que se pueda.

Voy a intentar dormir para no ver las penas pasar pues, desde que llegué, se han instalado tal pelusas bajo la cama y se las ve muy cómodas, sin ninguna intención de moverse de aquí. Malditas...

Inseguridades

Él nunca sabe si su ego es lo suficientemente grande para vérselas con los demás divos. Jamás ha sido capaz de dosificar su éxito para dejar de sentirse mal por él, pues en el fondo, se sigue sintiendo un chaval faltado de afecto y aptitudes.
Hace años que cambió el Cola-Cao por el café con leche para poder levantarse por las mañanas. También se hizo con una mujer lista para ganar más silencios que charlas. Hacerse mayor. Qué tontería.
El día a día, gris y soberbio, lo soporta desde su piel de niño inmune al crecimiento. El mismo niño que cuando apaga la luz sigue soñando que conquista planetas vestido de lycra y elastán.
Pasados los cincuenta, sigue pensando que algún día alguien descubrirá que es un impostor y que nada de lo que parece, ni es tanto ni es nada. Nada sino una caricatura de sí mismo reflejada en un espejo caro y absurdo.

Aquí estamos, de colonias, y muy a gusto.

Queridos papás,
Os escribo para contaros que aquí estamos muy bien. Nos hemos hecho muy amigos y nunca nos pegamos.
Ahora que ya han pasado las primeras semanas tenemos la mayoría de nuestras cosas más ordenadas y aunque yo sigo perdiendo gran parte de mis pertenencias, él no. Es un alivio que al menos uno de nosotros sepa dónde están las cosas porque la cabaña es bastante grande y perderlo todo, todo el rato, es un engorro.
Cuando nos levantamos, cada uno se junta con los de su grupo para pasar el día. Si nos cruzamos por el campamento solemos hacer como que nos ignoramos para que los demás no sepan que nos hemos hecho tan amiguitos. Aquí no está bien visto que las niñas se hagan tan amigas de los niños.
Pero lo mejor de ser mejores amigos es que yo puedo jugar también con sus cosas, a parte de con las mías, y podemos hablar hasta tarde, aunque sea de tonterías. Sólo para reírnos.
Por eso os escribo, para deciros que no os preocupéis. Aquí estoy muy bien y creo que podré aguantar un tiempo más. De verdad.

Un beso para blanquita y otro para vosotros.

Lupe.