Piedras filosofales: liquidación de stock.

En Gran de Gracia hay una tienda pequeñita que cierra por jubilación. Los hijos del dueño le salieron ejecutivos agnósticos y a sus 89 años, el hombre no puede mantener el chiringo abierto todos los días. La tienda ha sido bautizada varias veces por el papa de Roma y por ahí dicen que fue donde el Dalai Lama compró su primera túnica. Algunos de sus tesoros más preciados son el quinto pie encontrado de Jesucristo, una piedra filosofal para ser inmortal y un diente de oro de Alá. Casi nada.
Pero con los tiempos que corren y las semanas temáticas del Corte Inglés, ¿quién quiere vivir para siempre? Así que el señor del chiringo liquida las últimas piedras filosofales que quedan en el planeta tierra.
En la puerta, un cartelito escrito de su puño y letra nos avisa: Lo malo está por ver, pero lo peor por llegar.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Deberías pasear más por las calles de Andalucía.. descubrirías de vez en cuando pequeños establecimientos donde nunca hay nadie, pero con escaparates repletos a rebosar! los que más se parecen al que comentas son los de reliquias y objetos de culto religioso, relacionados casi todos con la Semana Santa.. dan miedo! (al menos a mí) Siempre he pensado que son como la armería de la película MEN IN BLACK, en la que en realidad se podían adquirir armas extraterrestres.. no sé, será que no todo el mundo vive la religión de la misma forma!
Me he acordado de esas tiendecillas al leerte.

*pez dijo...

Ui. En Barcelona quedan pocos devotos. Aquí vamos de modernos perdidos. Solo conservan la fe recién llegados. Y no sé por qué pero me da que ellos también la perderán con el tiempo. Son fascinantes los lugares que mantienen sus ritos y tradiciones más allá de los tiempos y nuevas generaciones.