Objetivamente

Con el tiempo he descubierto algunas cosas muy inquietantes.
Por ejemplo, que la persona que más se parece a mi madre soy yo.
Que ya no me aburro sin hacer nada.
Que no soy una gimnasta rusa precisamente.
Que cuando me preocupo me pinto las uñas.
Que no me gustan los perros, y sólo me gusta el mío.
Que no soporto ir a comprar con nadie.
Que no sé callarme. Aunque he dotado a mis meteduras de pata de una gran naturalidad.
Que puedo soñar en otro idioma a pesar de hablarlo pésimamente.
He constatado, repetidamente, que no soy una fiesta.
Que puedo parecer conciliadora. Aunque algunas veces el sistema me falla.
Que de primeras la gente me cae muy bien y pasado un tiempo no tanto.
Que tengo cero credibilidad en cuestión de amores: me pulí en un año todas los tipos con los que juré no salir jamás. Ahora sólo me queda un ciclista de carretera.
Que soy más suceptible e irracional de lo que presumo.
Que soy menos independiente de lo que pensaba.
Que algunas veces me transformo en un ser pesado y difícil.
Y que muchas veces no pienso nada.
En fin...creo que nada preocupante. Seguiré alerta por si acaso.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Reallmente es muy difisil ser objetivo con uno mismo, y el echo de que no pongas tus virtudes en el post así lo demuestra.
Bonito escrito.

Anónimo dijo...

Objetivamente, y en la línea de paul eluart, añadamos, para sonrojarlo y completar el retrato para los que no lo conozcan, que este pez posee una id-entidad insustituible, caracterizada por llenar el espacio de chispas y burbujas -en su caso no incompatibles- en ocasiones, sin dejar lugar alguno para la mediocridad, y de cálidas profundidades con tonalidad de origen, en otras. Sin más literatura que la nula que me acompaña hoy, debía puntualizarlo. Aunque si pueden, recomendamos que se acerquen a conocerlo, pues seguirán sin hacerse una idea de lo que hablamos hasta entonces. Muchas otras voces podrían corroborarlo.

Anónimo dijo...

Pecera, objetivo cumplido: pez a pantone pimiento picón.